El otoño es la estación preferida por los amantes de las setas. Con la llegada de las primeras lluvias y las temperaturas moderadas, estos pequeños tesoros de la naturaleza pueblan los bosques de las zonas más húmedas de la península ibérica. Aunque en otras épocas del año es posible encontrar algunas especies como el perrechico o el marzuelo, el turismo micológico encuentra en el otoño la climatología ideal para sacar a la superficie multitud de hongos y setas.
Naturaleza y micología son dos palabras que van de la mano. Es difícil encontrar amantes de la micología que no sean apasionados del entorno natural. Para muchos, el turismo micológico, además de ofrecer la oportunidad de recolectar y poder degustar los manjares gastronómicos más preciados, permite disfrutar de un paseo por entornos naturales privilegiados. Cada vez es más frecuente encontrar atractivas propuestas que combinan ocio y micología. Te ofrecemos seis consejos a tener en cuenta para practicar turismo micológico:
– Respetar el medio ambiente: gracias a un entorno natural bien cuidado es posible disfrutar de níscalos, lepiotas, senderuelas, trompetas u oronjas. Para garantizar la práctica de la micología es fundamental respetar el medio ambiente evitando dejar basuras y residuos en el bosque. Además de cuidar el entorno, realizar las prácticas adecuadas en la recolección de las setas contribuirán al desarrollo de las mismas.
– Recolección adecuada: las setas nunca deben ser arrancadas, siempre hay que recogerlas con un cuchillo, cortando por la parte más próxima a la tierra. Es imprescindible guardarlas en una cesta de mimbre o un material similar para garantizar el buen estado de las mismas y repartir las esporas por el campo y garantizar así el crecimiento de nuevas setas.
– Conocer las zonas más apropiadas para el turismo micológico: el privilegiado clima de la península ibérica la convierte en un enclave privilegiado para el turismo micológico. Las mejores zonas para recolectar setas son: Barcelona – especialmente la zona del Berguedá – , Zamora – en la localidad zamorana de Rabanales se encuentra el Museo Micológico -, el Valle de Arán en Lleida, Navarra, La Rioja, la Sierra Norte de Madrid, el parque natural de Sierra de las Nieves en Málaga y Soria.
– Permisos especiales: en algunas de las zonas anteriormente señaladas es necesario contar con un permiso especial para la recogida de setas, especialmente en los parques Los precios suelen oscilar entre los 5€ y los 15€.
– Recomendaciones sanitarias: en nuestro país existen aproximadamente 3.000 variedades de setas y hongos pero sólo 1.000 son comestibles. Identificarlas no es una labor sencilla ya que en algunos casos las diferencias entre la seta tóxica y comestible es mínima. Para evitar sorpresas es recomendable acudir al bosque con un guía que nos ayude a identificarlas o con un experto en la materia. Además hay numerosas asociaciones que orientan en la identificación de setas e imparten cursos sobre micología. En caso de duda, es mejor no recoger la seta sospechosa.
– Planifica el viaje: antes de realizar una ruta micológica es necesario buscar información y planificar el paseo. La época de recolección de setas coincide con la época de caza. Es conveniente informarse sobre el horario de posibles batidas y acudir con ropa llamativa para garantizar la visibilidad. Además, es recomendable no acudir solo y tener en cuenta las condiciones climatológicas y las horas de luz.