El Delta de Ebro es uno de esos rincones que enamoran por su calma y su paz. Esta zona de Tarragona presenta una baja densidad y es el destino ideal para el turismo de naturaleza, el turismo activo y para los amantes de la gastronomía, para el visitante que desea desconectar y disfrutar del entorno con atractivas propuestas de ocio.
Declarado Reserva de la Biosfera en 2.013, el Delta del Ebro es la zona más húmeda de la península ibérica configurando un paisaje excepcional gracias a la desembocadura del río más caudaloso en el mediterráneo. A sólo 200 kilómetros de Barcelona, las laberínticas carreteras en medio de los arrozales del Ebro nos ponen en la antesala de un espectáculo visual único. Un destino ideal para el turismo activo, los deportes acuáticos, el senderismo, las rutas BTT, el avistamiento de aves o los paseos relajados en un entorno paradisíaco formado por playas prácticamente vírgenes donde el tiempo para detenerse.
El Delta del Ebro es un lugar especialmente indicado para disfrutar de la gastronomía. Gran parte de su economía se basa en el cultivo del arroz y este cereal no sólo configura el paisaje sino la carta de los restaurantes de la zona y el carácter de la comarca de la Amposta que celebra en septiembre y octubre sus Jornadas del Arroz.
La bicicleta es uno de los medios de transporte más indicados para perderse en el Delta del Ebro gracias a sus extensas llanuras. Un paseo en bici permite perderse por bellhttps://blog.hcchotels.es/las-jornadas-del-arroz-de-amposta-un-motivo-mas-para-escaparse-al-delta-del-ebro/os senderos a ambos lados del río o desplazarse hasta lugares tan embaucadores como la Laguna de Encanyissada, la laguna más extensa, en un recorrido de 18 kilómetros. Mientras se pedalea es posible deleitarse con el avistamiento de garcillas, garceta, cernícalo, martín pescador o curruca, entre otras muchas aves ya que se calcula que en la zona habitan entre 50.000 y 100.000 ejemplares diferentes. Nada mejor para descansar las piernas que visitar la Casa de Fusta, antiguo refugio de caza para la burguesía barcelonesa y actualmente un museo sobre el Delta del Ebro.
Como cabe de esperar, el Delta del Ebro también es el destino ideal para los deportes acuáticos: la pesca deportiva o un paseo en kayak encuentran en la abundante agua del Ebro su oasis particular. Por no mencionar las espectaculares puestas de sol propias de la mejor película romántica en el accidente geográfico más importante de Cataluña.
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