El Raval no es famoso por ser el barrio más limpio, ni más seguro de Barcelona, pero la riqueza multicultural de sus calles y la personalidad propia de este barrio son atractivos suficientes para el visitante que busca conocer un lugar diferente. Un barrio donde degustar platos típicos de las cocinas del mundo, donde conocer a nuevos artistas o donde comprar productos únicos y exclusivos y encontrar rincones que no se ven en otras ciudades.
El Raval forma parte de Ciutat Vella de Barcelona, está delimitado por el Barrio de Poble-sec y el Barrio de Sant Antoni, y destaca por ser un barrio colorido y lleno de vida gracias a la riqueza cultural y étnica de sus calles. En ellas encontramos rincones alejados de los reclamos turísticos más conocidos de Barcelona, para adentrarnos en un barrio donde conviven bares, restaurantes, galerías de arte y tiendas especializadas con pequeños talleres que han sobrevivido a los cambios del barrio y que dejan entrever el carácter de su pasado obrero y humilde.
Gastronomía
Prueba de esa riqueza multicultural son sus cafés, teterías, bares y restaurantes étnicos donde degustar los platos más representativos de las diferentes cocinas del mundo. La mayor parte de ellos se concentran en la Rambla del Raval y en la calle Joaquín. Mención especial merecen La Boquería del Raval y el Mercat Sant Antoni donde, además de comer, se pueden adquirir productos frescos y de calidad.
Arte
Otra de las señas indiscutible del barrio es el arte. Sus calles cuentan con multitud de galerías y estudios de arte, además alberga algunos de los museos más importantes de Barcelona como son el MACBA (Museu d’Art Contemporani de Barcelona) y el CCCB (Centre de Cultura Contemporània de Barcelona).
Shopping
El carácter cultural del barrio también se traslada a las tiendas y comercios especializados que huyen de las tendencias de las grandes cadenas de ropa para ofrecer apuestas personalizadas en tiendas de jóvenes diseñadores, tiendas de segunda mano, comercios retro y vintage, convirtiéndose en un barrio frecuentado por los amantes del shopping que buscan prendas únicas y exclusivas.
La Rambla del Raval
Además de ser la rambla más joven de Barcelona, es el pulmón del barrio. La anchura del boulevard permite disfrutar de las terrazas de la calle muy frecuentadas por un público más juvenil. Uno de los lugares más fotografiados de la Rambla del Raval es sin duda el Gato de Fernando Botero, uno de los símbolos de la integración del barrio en la ciudad.
La visita al Raval presenta la cara más plural y cosmopolita de Barcelona. Es el barrio más internacional que ha sabido conservar su antigua personalidad obrera adaptándose a la pluralidad de las diferentes culturas para convertirse en un barrio lleno de rincones especiales.