La atracción que causa Barcelona en el visitante se debe en gran medida a la huella que dejó en la ciudad el conocido como modernismo catalán. Esta corriente que impregnó todas las ramas de las artes tuvo una influencia decisiva en la labor que realizaron numerosos arquitectos adelantados a su tiempo. Su creatividad dio como resultado una larga lista de edificios singulares que hoy se pueden ver en algunas calles del centro de la ciudad condal. Estas construcciones ayudaron a vestir de elegancia el Plan Cerdá, aquel que en 1.860 sirvió para expandir Barcelona a lo largo de una red de vías dispuestas en cuadrícula.
Las dos calles que vertebraban este nuevo diseño, que a día de hoy se considera un pleno acierto, son el Paseo de Gracia y la Rambla de Cataluña. En ambas se puede comprobar la belleza de un buen número de edificios modernistas que se mantienen en perfecto estado de conservación y que dan un aire de distinción a esta zona de Barcelona. Muchos visitantes que pasean por estas avenidas pensarán el privilegio que sería alojarse en una de estas construcciones para captar la esencia de la corriente artística que define la personalidad de la capital. Este deseo se puede convertir en realidad en el hotel HCC Regente, ya que está enclavado en un edificio de una belleza extraordinaria que se coloca como uno de los mejores ejemplos del modernismo catalán.
El hotel de nuestra cadena ocupa la Casa Evarist Juncosa II, construida en el año 1.913 por el arquitecto Salvador Vinyals. El edificio recibe este nombre porque fue un encargo de Evarist Juncosa, uno de los empresarios más relevantes de la Barcelona de la época. La fachada original de piedra se conserva intacta al igual que todos los elementos que sirvieron para decorarla como, por ejemplo, las barandillas de hierro forjado y las cristaleras. Cuenta con cinco plantas y una fachada totalmente simétrica, una de las señas de distinción de la arquitectura modernista.
El hotel HCC Regente se encuentra en la Casa Evarist Juncosa II porque obviamente hay otra con el mismo nombre que lleva el número uno. Se trata del edificio contiguo que se construyó unos años antes también de la mano de Salvador Vinyals. Otra obra de arte arquitectónica que complementa perfectamente a su “hermano” de al lado.
La grandeza de este alojamiento es que el cliente tendrá el privilegio de pernoctar en un edificio de principios del siglo XIX, pero con las comodidades actuales. No obstante, el hotel HCC Regente se sometió a una profunda remodelación en febrero de 2.012 para adaptar sus estancias y habitaciones a las necesidades actuales. De esa forma el visitante se quedará extasiado con su fachada, pero una vez que acceda a su interior disfrutará de un hotel moderno y con todo lujo de detalles en un punto privilegiado del centro de Barcelona.
Por si fuera poco, durante los meses de verano, en HCC Regente abrimos nuestra terraza solárium con piscina en la que relajarse y desconectar con unas vistas espectaculares es un auténtico placer. Son motivos de mucho peso que hacen de este alojamiento un auténtico lujo asequible para deleitarse con Barcelona de una manera diferente.