Es bien sabido que la mitología clásica, que está plagada de dioses, diosas, héroes y villanos es terreno abonado para increíbles y apasionantes historias que han sobrevivido miles de años y aún resuenan, actualmente. La relación de las deidades con los humanos, sus aventuras, las historias de amor, los engaños y las diferentes vertientes mitológicas — principalmente helenísticas y romanas — han permitido la generación de infinitas leyendas y mitos que lo han pretendido explicar prácticamente todo.
El origen de las ciudades es una de las «excusas» recurrentes para acudir a la mitología. La fundación de muchas urbes se suele atribuir nada más y nada menos que a dioses o diosas. Sobre todo para afianzar su imagen de grandeza e importancia y para «advertir» a los visitantes y a otras ciudades, que eran «competidoras» en tiempos más difíciles. La historia de Barcelona no está exenta de este tipo de leyenda fundacional. Es por esto que Hermes está en Barcelona prácticamente en cada rincón. Es, con diferencia, el dios griego más representado. ¿Sabes por qué?
¿Quién era Hermes en la mitología clásica?
El dios griego Hermes también recibe el nombre de Mercurio, en la mitología romana. Aunque son nombres diferentes se trata de la misma deidad y se representan de la misma forma en pinturas, mosaicos, grabados, esculturas, etc. Hermes era hijo de Zeus — el padre de todos los dioses —y de la ninfa Maya. Los griegos le atribuían múltiples funciones: era mensajero de Zeus, su padre, guía de las almas de los muertos en el infierno, símbolo de la prosperidad entre los humanos y protector de los viajeros, los mercaderes y los ladrones.
Los griegos describen su carácter como ingenioso, diestro y astuto. En definitiva, resultaría la viva imagen de cualquier joven, atractivo, en la flor de la vida y sin problemas, muy aficionado a gastar bromas o mentir sin ser descubierto. Su representación más habitual es la de un joven de buena apariencia, con un sombrero alado y unas sandalias también aladas que le permitían moverse a una velocidad increíble. En su mano llevaba una vara que le servía para hacer magia o para hipnotizar a la gente.
¿Qué tiene que ver Hermes con la Historia de Barcelona?
Según la mitología griega, después de la cuarta de sus doce pruebas, Hércules se unió a Jasón y a los argonautas en la búsqueda del vellocino de oro. En esta búsqueda participaban nueve embarcaciones. Durante una tormenta muy violenta, los barcos de esta flota se dispersaron y, al volver la calma sólo se contaban ocho navíos. Jasón encargó a Hércules encontrar la novena embarcación perdida.
Hércules y el resto de los tripulantes encontraron los restos del naufragio de este noveno barco — o ‘barca nona’ — en una suave colina, que se correspondería con el actual Montjuic. Junto con Hermes, que era su hermanastro, el propio Hércules y los tripulantes que descubrieron esta colina fundaron una ciudad — Barcanona — en este emplazamiento, que les pareció maravilloso. A esta leyenda corresponden tanto el nombre como el origen de la ciudad condal.
Por eso se cree que la ciudad de Barcelona está bajo el influjo protector de Hermes, que a su vez era la representación de la prosperidad y el comercio y fue el símbolo favorito de la burguesía catalana cuando empezó a asentarse su actividad y comenzaron a prosperar las primeras grandes fortunas de Barcelona.