Los motores de los monoplazas del Mundial de Fórmula 1 volverán a rugir este año en el Circuito de Barcelona-Cataluña como viene sucediendo de manera ininterrumpida desde 1991. Del 8 al 10 de mayo, el trazado ubicado en Montmeló será un auténtico hervidero con motivo del Gran Premio de España Pirelli, quinta prueba de esta temporada y una cita clave en la que se pueden empezar a marcar distancias en la clasificación de pilotos. Hamilton, Vettel, Rosberg, Räikkönen y, por supuesto, el gran Fernando Alonso, son algunos de los nombres propios que pelearán por la victoria en un Gran Premio que promete emociones fuertes. No obstante estamos ante uno de los espectáculos deportivos que moviliza a un mayor número de personas, tanto en el propio circuito como delante de la pantalla de televisión.
El Circuito de Barcelona-Cataluña se encuentra a 30 kilómetros de la Ciudad Condal en el cercano municipio de Montmeló. Tiene un aforo de 120.000 espectadores y está considerado como uno de los mejores trazados del mundo, además de poseer unas modernas y funcionales instalaciones. Asimismo, es uno de los preferidos por los aficionados al motor por su elevada exigencia para los pilotos merced a 16 curvas de auténtico vértigo. Estos ingredientes hacen que miles de personas llenen cada año sus gradas, y Barcelona se siga proyectando en todo el mundo como una ciudad capaz de albergar con suficiencia un acontecimiento de esta magnitud. La Ciudad Condal está acostumbrada a los retos, y con el Gran Premio de España demuestra que los solventa de forma brillante.
Los atractivos turísticos de Barcelona y la amplia oferta hotelera son un valor añadido para todos aquellos aficionados a las cuatro ruedas que acudan a presenciar la prueba y los entrenamientos procedentes, no sólo desde España, sino también desde otros puntos de Europa, especialmente Francia. Hay que tener en cuenta que se trata del primer Gran Premio que se celebra en Europa tras las citas de Australia, Malasia, China y Baréin. Sin duda, un aliciente más para todos aquellos que están deseando volver a escuchar los motores de los monoplazas en el Viejo Continente.
Desde 2013, el anteriormente Circuito de Cataluña, ha añadido a su denominación el nombre de Barcelona con el objetivo de dar una mayor visibilidad a la ciudad que apuesta decididamente por esta prueba. La capital y el Gran Premio de España caminan de la mano para que todo salga a pedir de boca y asistentes y telespectadores disfruten de un acontecimiento único.
