El pan que sabe al pan de toda la vida. Los dulces elaborados uno a uno con los ingredientes más naturales. Pastas que nos recuerdan a los sabores de la infancia. Ensaimadas que se deshacen en la boca y que no se sirven aprisionadas en un plástico.
Parecen vivencias del pasado que son eso, pasado. Una utopía metida en el cajón del olvido y arrinconada por los nuevos sistemas de elaboración. Pero como ese recuerdo es imborrable, cada vez son más las personas que quiere recuperarlo y disfrutarlo. No están pidiendo mucho. Sólo una vuelta a los orígenes. A los productos naturales y a las técnicas artesanales.
Por este motivo las panaderías que viajan en el tiempo están de moda. Aquellas que simplemente recuperan la forma de hacer el pan y los dulces de nuestros abuelos. Las que amasan con mimo y reivindican la tradición. Las que venden un pan que no se pone correoso a las pocas horas y unas pastas que permiten a cualquiera llevarse un recuerdo muy dulce.
Barcelona es un lugar idóneo para reencontrarse con esas panaderías. Cada vez son más las que apuestan por una filosofía que tiene muchos adeptos. Panaderías clásicas donde la palabra clave es la “masa madre” y los dulces no son enemigos de las dietas.
Cuatro de las mejores panaderías de Barcelona que ofrecen los sabores de siempre
Pan, ensaimadas, cocas, magdalenas, pasteles… El espectáculo que ofrecen las panaderías artesanales de Barcelona es inigualable. Una explosión de sabores de siempre para hacerse con uno de los mejores ‘souvenirs’ posibles de la Ciudad Condal. Existe un buen puñado de panaderías de mucha calidad en Barcelona y por eso vamos a hacer un repaso por cuatro de ellas.
Forn Mistral (Ronda de Sant Antoni, 96). Muy cerca de la plaza de Cataluña y del hotel HCC Montblanc, Forn Mistral es un clásico de Barcelona. Va ya por la quinta generación de panaderos artesanales que ofrecen desde pan ecológico y de cereales a los dulces más tentadores como ensaimadas, cruasanes y cocas de pan. Irresistible.
Barcelona Reykjavik (Calle Princesa, 16). El uso de unas materias primas naturales y de calidad distingue a esta panadería y pastelería fundada por una islandesa y un barcelonés. De ahí su nombre. Ofrecen desde panes tan llamativos como el de amapola y sésamo, a dulces como los típicos carquinyolis y deliciosos pasteles de fruta elaborados con zanahoria, manzana o jengibre.
Turris. Cuenta con 15 tiendas repartidas entre Barcelona, St Cugat del Vallès, Sabadell y Granollers. En Barcelona, en pleno barrio de Gracia y muy cerca del hotel HCC Regente, en Gran de Gràcia 34, se encuentra uno de sus tiendas principales. Panadería de autor con el sello de Xavier Barriga que realiza desde panes de chocolate o naranja a “pecados” dulces como napolitanas y palmeras muy auténticas.
Fleca Fortino (Travessera de Gracia, 126). Muy cerca de la anterior aparece otra de las mejores panaderías de Barcelona donde se trabaja con el genuino horno de leña. Con precios muy asequibles elaboran desde panes clásicos a otros más sofisticados con almendras, miel o yogurt. Sus magdalenas y cañas de cabello de ángel o chocolate merecen un capítulo aparte.
