Es increíble la tranquilidad que pueden llegar a transmitir los parques en Barcelona, convirtiéndose en lugares silenciosos y armoniosos en mitad del caos de la ciudad. Y es que viajar no es solo visitar museos o admirar grandes monumentos y edificios. Viajar también es conocer diferentes culturas, conversar con la gente, perderse por las calles… Incluso pasear tranquilamente por los parques admirando la fauna y la flora de cada uno. En esta ocasión hablaremos del Parque de Torreblanca; una pequeña dosis de naturaleza dentro del área metropolitana de la capital catalana.
El Parc Torreblanca es una buena opción si no sabemos qué hacer o qué ver en Barcelona, destacando que ha sido valorado como uno de los mejores parques metropolitanos en las encuestas de satisfacción del Área Metropolitana de Barcelona (AMB). A aproximadamente media hora desde el centro de la ciudad, la particularidad de este parque es que se encuentra situado entre tres municipios diferentes: Sant Joan Despí, Sant Just Desvern y Sant Feliu de Llobregat.
Durante el siglo XIX, fue la residencia principal de los marqueses de Monistrol, que ya la habían adquirido en la época medieval. Con la Guerra Civil española, la casa terminó realmente dañada, y finalmente fue demolida en 1950. En el año 1982, pasó a ser propiedad municipal y el Parque de Torreblanca se convirtió en un jardín botánico de estilo romántico, con cuevas y glorietas artificiales. Desde 2005, las asociaciones rosalistas de Barcelona pueden plantar y cultivar en él sus rosales: actualmente hay cerca de 600, de diferentes variedades que crecen cada año.
Parque de Torreblanca: actividades y zonas
Las 12 hectáreas con las que cuenta este parque están divididas en varias zonas en las que, a medida que se acerca el buen tiempo, se realizan diferentes actividades deportivas y espectáculos. Además, cada domingo de 10:00 a 14:00, se organiza el ‘Mercat de Pagès’, un mercado con productos agrícolas de cercanía que pretende promover el consumo responsable y la agricultura local.
Hay cuatro zonas principales: la zona del lago, en la que pueden verse patos, gansos y tortugas y que cuenta con detalles que imitan a la naturaleza como grutas, cascadas e islas; la zona sur, donde estaba situado el palacio de los marqueses y que ahora hay un laberinto rodeado de palmeras; la zona suroeste, donde se realizan actividades deportivas como running; y, las avenidas de plataneros y cipreses, donde, de cuando en cuando, se realizan espectáculos al aire libre.
Cuando hay menos gente o por las noches, también es posible ver algunos animales, como conejos, pavos, loros o cotorras exóticas. Hay quien incluso escoge el Parque de Torreblanca para celebrar su boda.
Cuándo visitar el Parque de Torreblanca
Hay que tener en cuenta que este parque de Barcelona, además de cerrar los lunes no festivos, tiene horario de apertura y cierre. En los meses de verano, es decir, desde junio hasta septiembre, puede visitarse desde las 10:00 hasta las 21:45. Una buena opción para los calurosos atardeceres de verano. Por otro lado, en los meses de transición como son abril, mayo, septiembre y octubre, la entrada es libre desde las 10:00 hasta las 19:45. Por último, desde noviembre hasta marzo, el Parque de Torreblanca abre de 10:00 a 17:45.
Aunque la capital catalana tiene muchísimas cosas diferentes que ver y hacer, puede que ya la hayas visitado en varias ocasiones y se te estén acabando las ideas. Si no sabes qué hacer en Barcelona, te recomendamos que te acerques al Parque de Torreblanca. Ya sea con niños, en pareja o con amigos, es un lugar en el que puedes pasar un rato muy agradable observando a los animales, perdiéndote en el laberinto, paseando por las avenidas, o simplemente disfrutando del silencio tumbado en el césped. No te pierdas este trocito de naturaleza en medio del ruido de la ciudad.