Adentrarse en la mejor cocina mediterránea en un restaurante ubicado en un edificio del siglo XIX y en pleno centro de Barcelona no tiene porque ser un capricho inaccesible y al alcance de unos pocos privilegiados. El hotel HCC St. Moritz alberga en su interior un auténtico homenaje a la buena gastronomía que promete conquistar a los paladares más exigentes gracias a un arte culinario que aúna tradición y modernidad con el uso siempre de productos frescos y de primera calidad. Hablamos del St. Gallen Restaurant.
Si el hotel HCC St. Moritz ya brilla con luz propia en la Ciudad Condal al ocupar un singular edificio modernista de 1883, aunque sometido a una profunda reforma en 2010 para adaptarse a las necesidades actuales, su restaurante ha sabido estar a la altura del peso de la historia y erigirse como una de las opciones más sugerentes para descubrir la genuina cocina hecha en el Mediterráneo. Además de su privilegiada situación junto al paseo de Gracia y a algunos de los monumentos más destacados de la ciudad como La Pedrera y la Casa Batlló, el restaurante St. Gallen tiene auténtica devoción por el cliente al ofrecerle un servicio de calidad, cercano y muy cuidado.
Pero por encima de todo está la cocina y en eso el restaurante St. Gallen se esmera al máximo. El chef prepara un menú diferente cada día en el que el comensal podrá elegir entre tres primeros platos, tres segundos y tres postres. Todos ellos están elaborados con una clara inspiración mediterránea y con productos frescos y de mercado que dan el toque de distinción a un lugar en el que se disfruta de principio a fin.
El espíritu de mejora continua y el afán por ofrecer un repertorio cambiante para sorprender siempre al cliente son las señas de distinción de un establecimiento que se ha hecho un hueco importante dentro de la amplia y variada oferta gastronómica de Barcelona.
Por si fuera poco, el St. Gallen cuenta con amplios salones para acoger todo tipo de reuniones y celebraciones. Ya sea un grupo de amigos, una reunión familiar o de trabajo o la celebración de una boda, los profesionales del restaurante ofrecerán lo mejor de sí mismos para que cualquiera de estos actos se transforme en una jornada inolvidable para todos los participantes.
Y si el tiempo lo permite, durante el verano, qué mejor que deleitarse con una agradable velada en una terraza bajo el cielo estrellado de Barcelona. El restaurante St. Gallen brinda esa posibilidad para convertir una simple cena en una cita con mucho romanticismo y encanto. Para ello no hace falta volverse loco buscando aparcamiento porque el edificio cuenta con un parking gratuito, ni tampoco pensar en un lugar para tomar tranquilamente una copa después de la cena. El bar del hotel St. Moritz ofrece hasta la medianoche una excelente carta de gin tonics para poner el colofón a una velada de muchos quilates en el corazón de Barcelona.