Barcelona es uno de los paraísos idílicos de la arquitectura. Pasear por sus calles te ofrece el derroche de imaginación de los arquitectos que quisieron plasmar en la ciudad Condal sus obras de arte. El modernismo catalán es una de las señas de identidad de esta ciudad, por ello en este post te hablaremos de la Pedrera, también conocida como Casa Milà.
La Pedrera, Patrimonio de la Humanidad
Desde 1984, la Pedrera es parte del Patrimonio de la Humanidad. Este merecido reconocimiento pone en situación la belleza de este gran edificio.
En 1909 la casa Milà entró en conflicto con la ciudad estando a punto de ser derruida. El motivo fue la ilegalidad de su construcción al invadir parte del acerado urbano. Finalmente, el ayuntamiento de la época entendió la importancia y la calidad de este monumento, permitiendo y regularizando su situación.
En 2014 se procedió a restaurar totalmente el exterior del edificio realizando un pulido y una reconstrucción de las partes dañadas de la fachada de piedra para preservar la calidad de esta valiosa construcción arquitectónica modernista.
Gaudí plasma el modernismo en La Pedrera
La familia Milà encargó a Gaudí en 1905 la construcción de un edificio que pusiera de manifiesto la importancia de esta familia. Gaudí decidió construir en piedra tallada la fachada de este famoso edificio, recibiendo por ello este nombre de la Pedrera.
Esta fachada está construida en piedra calcárea con más de 150 ventanas para dar claridad y apertura a las estancias de las viviendas. Gaudí rompe con cualquier estilo habitual de la época, otorgando fantasía al edificio, modernismo en estado puro con la firma de Gaudí.
La Pedrera, después de dar cobijo a la familia Milà, pasó por varios y diferentes usos, apartamentos, una fonda y hasta un bingo, para culminar siendo un centro cultural actualmente.
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