El Puerto Olímpico de Barcelona es sin duda uno de los mayores atractivos de la ciudad. Las aguas del mediterráneo bañan la costa de la ciudad condal para darle ese carácter cálido y cercano a su propuesta de ocio. Es difícil imaginar Barcelona sin el mar mediterráneo, sin la playa de la Barceloneta y sin todo el potencial que el Puerto Olímpico otorga a la ciudad. Barcelona ha sabido sacar el máximo partido a las instalaciones creadas para los Juegos Olímpicos del 92.
A diferencia de otras zonas de ocio de Barcelona, El Puerto Olímpico permite disfrutar de multitud de propuestas de ocio en pocos metros. Numerosas tiendas, locales de ocio nocturno y restaurantes lo han convertido en un referente del turismo de ocio sin dejar de ser un referente del sector náutico. Un total de 740 amarres configuran un paisaje formado por barcos de vela y motor de las mejores marcas del mercado y embarcaciones lúdicas y de recreo. Aunque muchos son privados, es posible disfrutar de las azules aguas del mar mediterráneo alquilando un paseo en barco con o sin patrón. La estampa deportiva de esta zona del distrito de San Martín se completa con los habituales runners y ciclistas que aprovechan la brisa del mediterráneo para hacer ejercicio.
El espíritu deportivo del Puerto Olímpico de Barcelona deja paso al ocio nocturno al caer el atardecer. La gran oferta de ocio formada por algunos de los bares, los restaurantes y las discotecas más famosas de la ciudad y el Gran Casino de Barcelona lo han convertido en un lugar de obligada visita para los que buscan ocio nocturno o gastronómico en la ciudad condal. Dos grandes torres, la Torre Mapfre y el Hotel Arts, marcan el inicio y final del lugar de la diversión. También se puede acceder a los locales desde el paseo marítimo para llegar al paraíso de la noche. La variedad es de lo más amplia: desde locales que apuestan por los cócteles en un ambiente más formal, hasta las cañas y los mojitos en un ambiente más desenfado. Los estilos musicales también son de lo más variado. No podían faltar los estilos modernos y la música latina, que tanto llama la atención de los turistas, sin olvidar el rock, el hip-hop, la música electrónica, la música árabe y los bares con música en directo.
El Puerto de Barcelona ofrece tres ingredientes básicos: navegación, gastronomía y ocio nocturno. Todo bañado por el inconfundible aroma del mar mediterráneo para darle un toque único.