Una de las muchas cosas de las que puede presumir Barcelona es de contar con una amplia nómina de miradores para obtener diferentes panorámicas de la capital. Son pocas las ciudades en el mundo que tienen esta variedad de atalayas privilegiadas que se ponen a disposición de todo aquel que la visita.
Son dos las causas que explican que la ciudad condal cuente con miradores de auténtica excepción. Por un lado, el hecho de estar rodeada de montañas y colinas que permiten captar la rotundidad de la urbe casi a vista de pájaro. Por otro, existen monumentos y construcciones singulares que se han convertido también en puntos de referencia para captar las mejores fotografías de Barcelona. Todo aquel que visite la ciudad tiene que incluir en sus itinerarios algunos de los miradores de Barcelona que le dejarán con la boca abierta.
Montjüic
La visita a Montjüic no puede faltar en un viaje a Barcelona y, por lo tanto, una vez allí es irremediable quedarse prendado con las vistas que ofrece de la ciudad. Son varios los puntos en los que obtener excelentes panorámicas. Entre ellos destaca por encima de todos el Castillo de Montjüic, donde es aconsejable subir un poco antes del atardecer y disfrutar con la imagen de Barcelona, su puerto y el azul intenso del Mediterráneo. El mirador del Alcalde, al final de los jardines de Joan Brossa, y el de la Caseta del Migdia, son otros dos lugares para deleitarse con el hermoso paisaje.
Tibidabo
El Tibidabo y Montjüic forman esa dupla de atalayas mágicas con las que cuenta Barcelona. Además de poder visitar el Parque de Atracciones más antiguo de España y el espectacular Templo Expiatorio del Sagrado Corazón, el Tibidabo permite obtener unas sensacionales vistas de la ciudad. Mención especial merece la Torre de Collserola, de 115 metros de altura, y desde la cual el visitante se sentirá como un privilegiado divisando una panorámica interminable.
Turó de la Rovira
Estos antiguos búnkeres de la Guerra Civil española han pasado de ser un lugar prácticamente desconocido a convertirse en un punto de visita para muchos barceloneses y turistas. No es para menos, ya que las vistas que se pueden contemplar de la capital barcelonesa dejarán anonadado a más de uno. Este mirador se encuentra en el barrio del Carmel y es un espacio perteneciente al Museo de Historia de Barcelona.
Parque del Guinardó
Además de ser un lugar perfecto para ir con niños y disfrutar de un agradable y relejado paseo, el parque del Guinardó cuenta con un par de miradores espectaculares que son el de Mitja Lluna y el de Sant Joan. Aunque hay que estar en buena forma para subir sus empinadas rampas, las vistas que se obtienen bien merecen un esfuerzo. Desde el de Sant Joan se puede ver en un día claro la montaña de Montjüic e incluso la localidad costera de Montgat.
Mirador de Sarrià
Se encuentra en la entrada al Parque Natural de la Sierra de Collserola y en él se divisa una fantástica panorámica de la parte occidental de Barcelona. El ascenso a este mirador se puede hacer a pie, en bicicleta o en funicular. Se encuentra en un lateral de la carretera que une Sarrià con Vallvidrera y no cuenta con un espacio demasiado amplio, aunque bien merece la pena pararse durante unos minutos para deleitarse con el paisaje que ofrece.