Pocas obras creadas por el hombre son capaces de producir tanta admiración y sorpresa como la Fuente Mágica de Montjuïc. El juego de luces, sombras, colores y los movimientos del agua perfectamente sincronizados con el ritmo de la música han convertido a la Fuente de Montjuïc en un punto de interés para todo aquel que visita Barcelona y en el colofón perfecto para las tardes – noches de paseo por la ciudad condal.
Con motivo de la Exposición Universal de Barcelona en 1.929, las autoridades querían crear una obra espectacular, una obra que llamase la atención y se convirtiese en punto de referencia para los turistas que nos visitan. Pocos confiaron en el proyecto de la Fuente Mágica de Montjuïc de Carles Buigas debido a la grandiosidad del mismo que lo convertiría en una obra larga y costosa. Pero si la obra sorprendió por su rápida ejecución, se terminó en sólo un año gracias al esfuerzo de 3.000 trabajadores, más asombro causó la espectacularidad de la misma. Un total de 3.620 chorros de agua que alcanzan los 4 metros de altura para dar vida a una emotiva coreografía interpretada por el juego de agua, luces, sombras y colores.
La magia de la fuente se completo en los años 80 al incorporar la música al espectáculo. Desde entonces, el agua, las luces, las sombras y los colores se convierten en los bailarines perfectos para interpretar al ritmo de la música una performance cautivadora y emocionante.
Los paseos al atardecer desde la Plaza de España por la Avenida María Cristina son más que recomendables. El paseo comienza con dos impresionantes torres de estilo veneciano de 47 metros de altura para prolongarse por las cercanías de la Fira de Barcelona hasta llegar a la Fuente Mágica de Montjuïc y contemplar los cuatro capitales de estilo jónico y las fuentes de la Avenida María Cristina. El espectacular marco se completa con la montaña de Montjuïc donde se ubica el Palacio Nacional, que alberga el Museo Nacional de Arte de Cataluña, y las instalaciones donde se celebraron los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
La vista es todavía más recomendable los días que la fuente está en funcionamiento. El horario varía en función de la época del año. Durante el otoño e invierno, la fuente se pone en funcionamiento los viernes y sábado de 19 a 21 horas. Durante la primavera y el verano, el funcionamiento se amplía a jueves, viernes, sábado y domingo de 21 a 23.30 horas. Las coreografías tienen una duración de 30 minutos y se repiten cada media hora.
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